miércoles, 28 de diciembre de 2011

Sagbara (13-15 de diciembre)

Hace tres años dejamos una visita pendiente desde Relwa y este año hemos ido a pagar nuestra deuda. Hemos ido con gusto porque allí está nuestra buena amiga la Hermana Marikutty, y dos de las "históricas", Nati y Ángela. Nati y Ángela superan de largo los 80 años, ya no pueden aportar todo lo que les gustaría y llevan con resignación su retiro forzoso. Ya es hora de que descansen tras tantos años de trabajo continuado.

Sagbara como Relwa cuenta con un internado de niñas y un dispensario donde nos alojan estas dos noches que pasamos con ellas. Sorprende ver la naturalidad con la que preguntan si disponemos de una linterna para evitar las serpientes por la noche en nuestro camino hacia la habitación.

El dispensario es un edificio apartado unos metros de la casa principal de las Hermanas donde pasan por consulta diariamente una media de cuarenta personas. 
En la sala de espera vemos las primeras diferencias en cuanto a los problemas que se pueden encontrar aquí cuando vemos algunos carteles explicativos. Por un lado observamos un primer letrero donde se informa de que se evite la utilización de cualquier elemento cortante, como hojas de afeitar para cortar el cordón umbilical. Otro de los carteles explica las probabilidades de transmisión del Sickle Cell, una enfermedad endémica aquí y que de no tratarse acaba con la vida del paciente. Un sencillo análisis informa a las parejas de la probabilidad de que sus hijos desarrollen esta enfermedad.

Dispensario
Con mucho esfuerzo y más ingenio que medios han conseguido habilitar un pequeño centro de habilitación para los pacientes con problemas de movilidad. Los aparatos se han construído con los materiales más insospechados e incluso la vieja bicicleta estática ha tenido que ser reparada para sustituir su cadena por una cuerda.
 
Bicicleta
Aparato de ejercicios
Además de las labores habituales en todas las misiones que hemos visitado, desde Sagbara se está intentando potenciar el papel de la mujer Adivasi. Tradicionalmente encargada de las labores de casa y del cuidado de sus hijos se han creado grupos de trabajo para que aprendan a realizar distintas labores y poder así ganarse un dinero que les ayude a llegar a fin de mes. Se ha conseguido crear un pequeño banco en el que colaboran 1.500 de ellas y a través del cual pueden obtener créditos para poder comenzar sus propios proyectos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario