martes, 6 de diciembre de 2011

Llegada a Mumbai

El martes seis llegamos a Mumbai a las 8.30 hora local después de un viaje especialmente malo. Fueron siete horas hasta Dubai, escala de cuatro horas de duración y 3 más hasta Mumbai. Esta vez no tuvimos la suerte de hace tres años y viajamos en clase turista, en “las perreras” en la jerga de los pilotos. Eso nos dijo al menos un militar retirado que viajó con nosotros en el autobús de los discapacitados (qué mal suena). Perdió una pierna hace un tiempo en un accidente de tráfico y desde entonces ha decidido disfrutar de cada segundo de la vida que le quede. Hace poco que ha vuelto de unas vacaciones en Colombia y se dirigía a Kuala Lumpur, lo que le suponía un viaje con dos escalas y dieciséis horas volando en total (7 + 7 + 2). Venía también una pareja de China que iba a Shanghai y que llevan 13 años viviendo en España; presumían de haber vivido en muchos países en los que espero que hayan aprendido el idioma mejor que en España. Nos costo bastante darnos cuenta de que estaban intentando hablar en castellano.

Viajamos con Emirates y al margen de la paliza que supone este tipo de viajes el servicio es bueno. Nos atendió Snata (una morena muy guapa de las Sheychelles) y Joaquín (argentino, muy atento). Gran cantidad de películas y música e incluso videojuegos; es la primera vez que he  visto esto último. Cada asiento con su propia pantalla y mando y una ranura donde introducir la tarjeta de crédito para poder hacer llamadas y enviar mails por satélite.

Íbamos en una fila de tres con un chico Brasileño que vive en la Sierra de Guara, en Huesca. Vino hace tres años a escalar y se quedó. Va a escalar a Tailandia hasta marzo.

El aeropuerto de Dubai es impresionante. Llegamos a la 00.00 hora local (21.00 en Pamplona) y antes de bajar del avión nos pudimos hacer idea de su tamaño al ver la pantalla donde se informaba de los vuelos de conexión. Informaba de 34 vuelos distintos y el nuestro ni siquiera salía porque sólo informaba de los que salían en las 3 horas siguientes. La zona comercial enorme, y todo tipo de productos. Llama la atención la cantidad de firmas de lujo presentes.

Casi todo el personal de limpieza, personal de asistencia a discapacitados y resto de trabajos que suponemos no muy bien remunerados es de origen Indio. El que empujaba nuestra silla para salir del avión era de Kerala y se emocionó cuando le saludamos en Malayalam.

Tras 4 horas interminables por fin subimos al avión dirección a Mumbai. Se notaba a donde íbamos, casi todo el pasaje era indio, muchos de ellos musulmanes que se distinguían fácilmente por su indumentaria.


La llegada a Mumbai fue complicada. Tras un viaje tan largo fue necesaria una silla especial para poder salir del avión y a partir de ahí siguió con lo esperado, muchos controles de seguridad y paciencia para hacer cola en el control de pasaportes. Afortunadamente las maletas llegaron sin novedad. Fuera nos esperaban las Hermanas Teresa y Santana en un taxi que nos llevaría a su casa. En fotografía se ve como pueden viajar cinco personas, dos maletas, la silla de ruedas y dos bolsas de mano en un coche sin maletero.

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